Paramaribo, crisol culinario

En pocos lugares la gastronomía es tan versátil y colorida como en Surinam. Gracias a las influencias de los diferentes grupos étnicos que conforman este país, la tradición culinaria de Paramaribo es un auténtico crisol, en ocasiones de forma literal. Cocina criolla, hindú, javanesa, portuhebrea, holandesa, ¿por dónde quiere empezar?

Gastronómicas

La cocina criolla

Las tradiciones culinarias de los esclavos africanos han aportado grandes platos, como la sopa de cacahuetes y 'moksi alesi', un plato de arroz con verdura y pescado salteado. Más famoso todavía es el "pom", un plato que se cocina en el horno, a menudo servido en celebraciones. El plato consiste en puré de tayer (una verdura local), recubierta de pollo, cecina y tomate. Tradicionalmente, la preparación y degustación del pom era un encuentro social; las familias pagaban para utilizar el horno comunitario para hornear el plato. Actualmente, hay una variación exprés: el sándwich pom.

Cocinando roti

Cocinando roti

Bienvenidos al paraíso del roti

Alrededor de un cuarto de la población de Surinam es de origen indio. Tras la abolición de la esclavitud a finales del siglo XIX, acudían de la Guayana Británica e India a Surinam para trabajar como temporeros en las plantaciones. En los inicios, trajeron consigo una deliciosa selección de curries, samosas y roti. En Surinam, el pan roti se suele servir con curri de pollo, patatas y judías verdes. Los surinameses comen con las manos, cortando un poco de roti para coger el resto de ingredientes del plato. El mejor roti de Paramaribo se puede encontrar en tiendas especializadas, como Joosje (Zwartenhovenbrugstraat 9) o Roopram (una cadena que vende más de 10 tipos diferentes de roti, incluyendo pollo, huevo e hígado).

Una tarde javanesa en Blauwgrond

Para una experiencia gastronómica y cultural, los sibaritas se dirigen al barrio de Blauwgrond. El barrio javanés de Paramaribo acoge una variopinta colección de "warungs". Estos auténticos restaurantes suelen ser una ampliación o una veranda de un domicilio. Los clientes se sientan en sencillas mesas y las pequeñas cocinas sirven los platos indonesios más exquisitos. Pida una sopa "saoto", con pollo, huevo y verdura. Los oriundos, expatriados y turistas también pueden probar platos más picantes como nasi (arroz frito), bami (noodles fritos) y satay (brocheta con salsa de cacahuetes). Refrésquese con un "dawet", una bebida de coco bien fría.

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