Vieux Nice

Vieux Nice es un excelente lugar para explorar a pie. El barrio más antiguo de la ciudad es una sucesión de plazas y calles con encanto, repletas de casas amarillas y rojas con persianas verdes. Sus muchos cafés, restaurantes y tiendas garantizan un ambiente animado hasta bien entrada la noche. Visite el agradable mercado Cours Saleya a primera hora de la mañana.

Arte Y Cultura

Barroco italiano en el Palais Lascaris

En el corazón del casco antiguo se encuentra el opulento Palais Lascaris. La entrada es gratuita, así que puede pasarse por allí y visitarlo. Desde el siglo XVII y hasta la Revolución Francesa, esta villa fue propiedad de la influyente y aristocrática familia de Lascaris de Vintimille. La entrada por una callejuela es bastante discreta, pero una vez dentro se quedará asombrado con el exuberante interior del Barroco italiano. Las escaleras y las habitaciones del segundo piso están repletas de frescos, estucos y molduras doradas. El palacio también alberga un museo regional con objetos e instrumentos musicales antiguos. En la planta baja podemos encontrar una farmacia reconstruida del siglo XVIII.

La catedral iluminada

La catedral iluminada

La catedral de Sainte-Réparate

Situada a pocas calles de distancia, la catedral del siglo XVII de Sainte-Réparate es otro buen ejemplo del Barroco italiano. Su elemento más impactante es la gran cúpula de azulejos de colores que brillan con la luz del sol. La majestuosa torre del reloj blanca que se eleva sobre las casas amarillas y rojas de Vieux Nice no fue construida hasta el siglo XVIII. La fachada amarilla y verde también es posterior. Cruzando en diagonal desde la catedral, en el hermoso Place Rossetti, se encuentra la famosa heladería Fenocchio construida en 1966. Es sin duda el lugar donde se debe acudir para disfrutar de sabores únicos: ¡pruebe una bola de romero, o de tomate y albahaca, o quizá un helado de lavanda!

El animado y divertido ambiente de Cours Saleya

El animado y divertido ambiente de Cours Saleya

El mercado Cours Saleya

Animado, colorido y con encanto: Cours Saleya es uno de los mercados más hermosos de Francia. Aquí encontrará multitud de flores y productos locales como hierbas provenzales, aceitunas y jabones de Marsella. Los múltiples patios con encanto que rodean el mercado son perfectos para tomar una taza de café o probar un plato local. Entre los puestos podrá degustar un "socca", una especie de crepé elaborado con harina de garbanzo. O probar un "pan bagnat", un sándwich local coronado con casi los mismos ingredientes que una ensalada "niçoise". El mercado abre a diario. El surtido solo cambia un poco los lunes: es el día en que Cours Saleya se transforma en un gran mercadillo.

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