Un espectáculo de color
Actualmente, la Puerta de la India es una de las atracciones más visitadas de la ciudad, adonde acuden tanto lugareños como forasteros. No llegan solo atraídos por la monumental estructura sino también por las actividades que se realizan en la plaza circundante. A veces parece un gran circo callejero. Una colorida estampa de vendedores ofrecen sus productos: desde nueces, té, fruta o postales a globos gigantes o fotografías instantáneas. En el muelle situado detrás del monumento, puede tomarse una barca para dar un paseo por el puerto de Bombay. Un poco más abajo salen los ferris hasta Elefanta, una isla cercana con preciosos templos excavados en la roca. La Puerta de la India también es el punto de partida perfecto para dar un paseo por el animado barrio de Colaba, lleno de tiendas, restaurantes y cafeterías, como el Leopold Café que abrió sus puertas en 1871.
El Taj Mahal Palace
Cerca de la Puerta de la India encontramos otro edificio histórico: el Taj Mahal Palace. En 1903, un rico industrial indio encargó la construcción de este hotel de 5 estrellas. La lista de huéspedes famosos es interminable e incluye los nombres del rey Jorge V, John Lennon y el presidente Obama. Este hotel, con su majestuosa fachada, es conocido por sus enormes dimensiones: tiene más de 550 habitaciones, 11 restaurantes y un café abierto las 24 horas. Si quiere escapar del ajetreo de la ciudad, relájese en el romántico Sea Lounge, un salón de té con vistas al mar.