Románticos paseos por la Isla de Kampa

Sus pintorescas casas y bellos jardines al estilo inglés, con la Ciudad Vieja como escenario, hacen que la Isla de Kampa sea uno de los lugares más atractivos de Praga. Disfrute de un tranquilo picnic en el parque, visite el museo de arte moderno, o admire los majestuosos palacios en la orilla.

Romanticismo
El Museo de Kampa

El Museo de Kampa

Respire cultura y relájese en el parque

El parque al estilo inglés abarca la mitad de la isla. Se trata del lugar ideal donde hacer un picnic, jugar al frisbee con amigos o dar un romántico paseo con la persona amada. Situado al extremo del parque se encuentra el Palacio de Liechtenstein, que ha recibido a muchos invitados distinguidos a lo largo de los años, incluyendo a la Reina Isabel II. Actualmente, alberga la Academia de Música de la República Checa. Puede oír los arranques musicales durante el verano, cuando suelen ensayar en el hermoso patio interior. El Museo de Kampa se ubica en el muelle oriental del parque. Este museo de arte moderno se encuentra en una planta restaurada, construida en 1478. Si le gusta el arte, le apasionará esta impresionante colección de arte clásico moderno y contemporáneo de la República Checa y de otras zonas de Europa Central. Entre las principales obras se encuentran las pinturas abstractas de François Kupka y las esculturas cubistas de Otto Gutfreund. El edificio se distingue claramente desde el Puente de Carlos: justo delante de él podrá ver una silla de seis metros de alto.

La leyenda de la pintura

Mientras vuelve al Puente de Carlos después de visitar la Isla de Kampa, asegúrese de que mira hacia abajo durante unos instantes. Si mira detenidamente, podrá ver una casa típica de color ocre con un balcón de hierro forjado. Es la Casa con la Imagen de la Virgen María. Según la historia, durante una terrible inundación, el antiguo dueño de la casa vio una pintura de la Virgen María flotando sobre el agua. Arriesgando su vida, consiguió recuperarlo y lo colgó de su balcón. La marea inmediatamente bajó y la Isla de Kampa se salvó. En la actualidad, la pintura sigue colgada en el mismo sitio.

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